domingo, 26 de noviembre de 2017

Cuarta semana de noviembre 2017. Un anfitrión indolente












Lunes 20 de noviembre 2017
El castaño hace bien en temer y temblar. Por cierto que venden paquetes del torymus sinensis en la red. Con cien hembras y sesenta machos. En serio. Eso sí, advierten de que para soltarlos hay que pedir permiso a la administración. Y que no vale liberarlos de modo preventivo. Quizá yo esté equivocado (también en esto) y los parásitos, como los bárbaros de Kavafis, sí sean la solución.











Martes 21 de noviembre 2017
Los cazadores no ayudan a controlar poblaciones o plagas de absolutamente nada, contaminan mucho y, en general y a pesar de lo que digan, no aman a los bichos. La caza es, claro, un enorme negocio.










Miércoles 22 de noviembre 2017
La negligencia, malignidad y nefastez de los actuales ministros se mide exclusivamente por la importancia de su cartera. En la de Industria se pueden perpetrar enormes daños. Este señor, que se llama Álvaro Nadal, debería estar trabajando para nosotros, pero trabaja para las eléctricas. Cuando deje de ser ministro estoy seguro de que seguirá haciéndolo.












Jueves 23 de noviembre 2017
En el PSOE hay dos bandos. O más. Pero un proyecto común les une y les pega y les convierte en invulnerables y eternos: el odio al otro y el deseo de mandar.












Viernes 24 de noviembre 2017
Me fascinan las noticias sobre negociados que cumplen o ejecutan lo mínimo. Es por lo que existen y se les abona. Aún así, a veces son publicitados y alabados por ello: ¡Las diputaciones reducen (?) la deuda! ¡El ministerio administrará un dinero! ¡Se repartirá una cantidad que se nos extrajo!











Sábado 25 de noviembre 2017
Si dejamos que el Estado se meta en nuestras cosas, ¿dónde acabaremos? ¿Por qué no van a llevar la justicia, la energía, la sanidad, el agua o la educación unos señores particulares? Seguro que lo hacen fenomenal.











Domingo 26 de noviembre 2017
Las fechas con diferentes cachondeos se multiplican y precipitan. A mí me parece bien. Estoy harto de noviembre: uno de los pocos meses enteros normales y prácticos de todo el año.