domingo, 30 de abril de 2017

Última semana de abril 2017. Los meteoros

Lunes 24 de abril de 2017
La fiesta de la Comunidad (la Comunidad en este caso es Castilla y León). Se celebra en Villalar de los Comuneros, que es donde fracasó cierta tentativa más o menos burguesa de cambiar también más o menos una monarquía por otra. Acabó, claro, con un baño de sangre y la afirmación de los tiranos que había. Lo que dura, si no me equivoco, hasta nuestros días. Fue después de que inventáramos la democracia participativa, el santo grial, el feminismo y la adoración al dios Ra. 











Martes 25 de abril de 2017
El expresidente Zapatero viaja hasta aquí cada dos por tres por los motivos más peregrinos (nunca mejor dicho); circunstancia que me llena de perplejidad. Igual espera heredar.











Miércoles 26 de abril de 2017
Pavoroso (como todos) incendio en el Bierzo. Muchas hectáreas, árboles centenarios, etc. Los responsables de que esto no ocurriera se fueron a hacer fotos con chalequín de muchos bolsillos y... nada más. ¡No se va a cambiar La ley de Montes, modificada para que se pueda llevar el ganado y edificar en terrenos devastados! Eso sería demagogia. Habrá más desgracias. Cuando vuelva el calor.












Jueves 27 de abril de 2017
Es el partido el que coloca al alcalde (o al vicedelegado de la subsecretaría de...) y son los vecinos los que eligen al alcalde que el partido... lo que sea. Que diría la maceta Rajoy.










Viernes 28 de abril de 2017
Lo de la despoblación sigue siendo un problema gravísimo. El primero. En León se va un vecino cada dos horas. No siempre el mismo. Un vecino diferente.









Sábado 29 de abril de 2017
Los presupuestos. Son una puta mierda. Recortan hasta un treinta por ciento en casi todo y un cien en algunas cosas. Los domésticos o postillones de aquí sacan pecho y dicen que son sociales. Supongo. Sí. Algo socializan: la pobreza, la desigualdad...










Domingo 30 de abril de 2017
En el PP de Castilla y León siguen cambiando cromos. Todos los días descubro nuevos e insólitos chantres y mayorazgos. Hay literalmente cientos.