domingo, 28 de septiembre de 2014

Última semana de septiembre. Enmienda a la totalidad








Lunes 22 de septiembre de 2014
Fácil metáfora de la destructiva labor que está haciendo el Partido Popular. Más que una realidad expresa un deseo: que toda esta nefasta máquina se hunda con igual fuerza a la ejercida.


Martes 23 de septiembre de 2014
No sé qué esperaban los votantes de la gente que está decidiendo ahora mismo. De verdad. No lo sé. ¿Creyeron alguna vez que estas personas iban a dedicar un solo minuto al bien común? ¿A... ellos?



Miércoles 24 de septiembre de 2014
Grotesca reunión en Madrid con la ministra de Fomento y con el fulano al que colocarían como ministro de Justicia al día siguiente. Cargo aceptado de inmediato con la alegría de un ascenso. Ah, les dijeron que de lo suyo, que sí, pero sin dinero ni plazos. Podéis ir en paz, demos gracias a Dios.




Jueves 25 de septiembre de 2014
En España hay una enorme cantidad de cementerios de elefantes. Senados, asesorías, consejos consultivos... según el tamaño del elefante.




Viernes 26 de septiembre de 2014
Dimite el ministro de Justicia (inaudito) porque ni siquiera su partido acepta su liquidación del derecho al aborto; proyecto poco rentable electoralmente, según parece. Las demás leyes homicidas que nos ha infligido este gobierno son estupendas y consensuadas, según parece también. No echaré de menos a ese individuo, pero no entiendo nada. Parece una cosa personal. Ah, dos días después de esta viñeta (y tres de la anterior) ya estaba colocado en... ¡un consejo consultivo! El de Madrid. Con sueldo millonario, naturalmente.





Lunes 27 de septiembre de 2014
La alcaldesa de Zamora se ha hartado del aparato popular, quiere ascender, quiere hacerlo ya y presume de su lealtad (a) y amistad con Herrera, el presidente. Su único naipe.





Lunes 28 de septiembre de 2014
Si comprabas tres pisos y alquilabas dos podías pagar la hipoteca de los tres y ahorrar para comprar otro. U otros dos. Así se razonaba hace poco. Constructores y particulares. Si decías que eso no era normal te miraban raro.