lunes, 13 de enero de 2014

Tercera semana de enero. Los burgos podridos



Lunes 13 de enero de 2014
La protesta con efusión de contenedores y algún escaparate en Burgos por un abuso urbanístico y, sobre todo, una reducción de plazas de aparcamiento ha puesto a todo el mundo estupendo. Ven en esta algarada normal contra la corrupción (el alcalde y el constructor llevan años haciendo cosas rarísimas) una especie de prima della rivoluzione, un mensaje, una esperanza, un algo. No se lo reprocho.


Martes 14 de enero de 2014
Quizá estoy siendo demasiado escéptico con el tema. Sus claves son tan evidentes que dan hasta sueño: los vecinos de un barrio protestan (ruidosamente: Dios los bendiga) contra unas obras concretas pero, por supuesto, esas obras concretas, su oportunidad y licencias proceden de otras y anteriores podredumbres concretas. Hay hechos que la gente quiere escuchar: las cosas se pueden cambiar, hay que unirse, hay que salir a la calle... Y hechos que no: los vecinos de ese barrio votaron al PP y a su actual y horrible alcalde. Yo, por supuesto, estoy con los vecinos protestones pero les rogaría que se pensaran más despacio quién quieren que les represente la próxima vez. A veces lo preguntan.


Miércoles 15 de enero de 2014
Había una gran viñeta de Chumy Chúmez: un personaje decía Qué grande es España y otro respondía: Sobre todo cuando baja la marea. En Castilla y León no tenemos costa.


Jueves 16 de enero de 2014
El alcalde de Burgos paraliza las obras de Gamonal. De muy mala gana, provisionalmente y dejando claro que no ha aprendido absolutamente nada. Continuará.


Viernes 17 de enero de 2014
Todo es relativo. En política ahora mismo la relatividad es tan alta que impide cualquier tipo de movimiento.



Sábado 18 de enero de 2014
En Caja Segovia destinaron unos treinta y cuatro millones de euros para las prejubilaciones de ocho personas justo antes de que la Caja se fuera a la mierda. Ellos dicen que era legal. Su abogado (Luis Rodríguez Ramos) incluso afirma que la envidia (nuestra, se supone) no es delito. Les van a preguntar lo que pongo en la viñeta. Literalmente. No es broma.




Domingo 19 de enero de 2014
Clausura. El alcalde de Burgos Lacalle (curioso nombre) paraliza definitivamente las obras en Gamonal. Cifras: cincuenta mil euros en daños y medio millón de euros como indemnización al (ejem) polémico constructor Méndez Pozo. Más lo que valga tapar la zanja. Bien. Las obras iban a valer ocho millones y medio. Todavía sobra dinero, creo yo, para las dos guarderías del Ayuntamiento cerradas curiosamente por falta de fondos: Río Vena y Gamonal; ciento sesenta y ocho plazas. 
Según informes del propio Ayuntamiento. En la de Río Vena (ciento veintisiete plazas) bastarían 187.000 euros para las reformas imprescindibles y otros 143.000 euros para otras que permitirían un uso normalizado del edificio. También podrían invertirse importes similares en actuaciones futuras para mejorarlo. Sigo citando al Ayuntamiento de Burgos. Bueno. Veremos.










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